Thursday, May 25, 2006

20 Centímetros



20 Centímetros (2005)
Un film de Ramón Salazar
aaaa
Con Mónica Cervera y Pablo Puyol
Después de haber visto piedras hace algunos años, de inmediato llamo mi atención el cine de Ramón Salazar, así que cuando me entere que su segundo filme, “20 Centímetros” sería exhibido en el festival Mix 2006 de la ciudad de México, no dude en ir a verle.
Descrito como una comedia musical, 20 centímetros es más que eso, mucho más.
Protagonizado por la sorprendente Mónica Cervera , quien en recientes años ha logrado cierta notoriedad, sobre todo por su papel en Crimen Ferpecto.
Tenemos ante nosotros a una actriz totalmente fuera de la norma, y que sin embargo nos sorprende de manera grata, al sacar adelante un papel nada fácil que nos muestra en 2 facetas y que a su vez marcan el tono del film, "el mundo real y el subconciente" . Vemos entonces a Mónica como el cautivador transexual Marieta, que su deseo mas grande es deshacerse de los 20 centímetros que le sobran entre las piernas y convertirse en mujer, y por otro lado la vemos brillante, elegante, osada y sensual en los números musicales, interpretados en su mayoría por ella misma.
El estelar masculino esta representado por el sumamente atractivo Pablo Puyol, en un papel por demás arriesgado pero encantador, apartado totalmente de la imagen a la que nos tenía acostumbrados y en el que nos deja ver “completamente” su impresionante físico, además de demostrarnos que baila y muy bien.
El reparto lo complementan la genial y siempre irreverente Rossy de Palma, que es un lujo verle en la pantalla, la irreconocible Nawja Nimri, como la prostututa conejo que hace de las calles un circo, Lola Dueñas como la muy convincente vendedora de verduras del mercado y que en una de las escenas musicales se reserva una de las frases mas divertidas del film y Miguel O´Dogherty, en el papel del tierno enano Tomas, quien comparte piso con Marieta y desea aprender a tocar un violocello mas grande que el.

En una peli que corre para colarse en el catalogo de cine de culto, las escenas musicales, están hechas en la mejor tradición y glamour del musical Clásico, pero aderezadas un exquisito toque kitch de desperpejo, incorrección política y total irreverencia. En un sentido muy muy queer, vemos montajes musicales de canciones tan dispares como "La vida es una tómbola", "Parole", "Chicas de Instituto", "True Blue" (así es, la mismísima de Madonna), "Quiero ser Santa" (con coreografía de zombis) y la acertada "I Want to Break Free"
Es obligado pues, disfrutar de este banquete que te hace por un momento olvidarte de todo, divertirte como nunca y salir de la sala muy satisfecho, con la sensación de que siempre existirán esos pequeños momentos por los que vale la pena vivir.

Encuentros digitales: Ramón Salazar y Mónica Cervera